Las agujas para tatuar actúan rompiendo las capas más superficiales de la piel y depositando el pigmento debajo de ellas. Por tanto, un tatuaje no deja de ser una herida abierta sobre tu piel que necesitará un tiempo para cicatrizar y que puede sangrar, enrojecerse y molestar… Aunque el tatuador del estudio te indicará cómo va a transcurrir todo el…