Las agujas para tatuar actúan rompiendo las capas más superficiales de la piel y depositando el pigmento debajo de ellas. Por tanto, un tatuaje no deja de ser una herida abierta sobre tu piel que necesitará un tiempo para cicatrizar y que puede sangrar, enrojecerse y molestar… Aunque el tatuador del estudio te indicará cómo va a transcurrir todo el proceso pues no en todos los estudios se siguen los mismos consejos, podemos establecer unas pautas básicas sobre como transcurrirá dicho proceso
El tiempo necesario para curar un tatuaje recién hecho dependerá mucho de tu cuerpo, su ritmo de regeneración de los tejidos y de los cuidados que apliques a la pieza. Aunque por norma general el tiempo que necesita varía entre 1 y 2 semanas.
Hinchazón, sensibilidad y textura rugosa son los síntomas más típicos de los primeros días. Si lo estás lavando y aplicando crema correctamente, tendrás esa costra blandita que nada tiene que ver con la de arañazos o heridas convencionales. A medida que pasen los días, la costra irá desprendiéndose poco a poco y la piel pelará dando paso a las nuevas capas y mostrando el verdadero aspecto de tu tatuaje. Ten mucho cuidado, arrancar las costras y rascar la zona de forma agresiva podría poner en riesgo el resultado final.
Para curar un tatuaje recién hecho, además de tiempo y paciencia, necesitarás contar con productos de primera calidad. Asegúrate de contar al menos con estos:
Jabón con PH neutro, que favorezca la limpieza y el cuidado de la zona tatuada. Cuando laves tu tatuaje es importante que lo seques muy bien y evites el empleo de toallas, que pueden concentrar bacterias y cuyas fibras textiles pueden desprenderse y quedar retenidas en el tatuaje. Es mejor hacerlo con gasas estériles o con papel higiénico o de cocina. Seca sin arrastrar, dando suaves toques sobre la piel para eliminar el exceso de agua, asegúrate de que no quedan restos del papel en la piel y deja la zona sin cubrir unos minutos. Repite el proceso varias veces al dia. La limpieza y la higiene es vital! No la descuides.
Pomada regeneradora. La aplicarás de 3 a 5 veces al día y sus componentes ayudarán tanto a cicatrizar la zona como a mantenerla hidratada para que cure antes. Es importante usar una capa fina.; un exceso de crema hará que tu tatuaje no respire y tarde más en cicatrizar. El tatuador podrá recomendarte la más apropiada, pero ten en cuenta que debe de llevar Phantenol para que sea eficaz, las cremas y pomadas naturales pueden hidratar muy bien tu tatuaje, pero necesitas también ese empuje de medicamento para que la curación sea optima.
Algunos estudios de tatuaje recomiendan cuando es posible y siempre que tú quieras, el uso de un apósito curativo que tiene como ventaja principal que ayuda a cicatrizar el tatuaje sin necesidad de aplicar tantos cuidados. Basta con colocar uno al salir del estudio, retirarlo a las 24 horas, limpiarlo como con cualquier otro tatuaje, colocar un segundo apósito y repetir la operación 48 horas después. Cuando coloques el tercer apósito deberás esperar 3 días para retirarlo y tu diseño estará cicatrizado y listo para lucirlo.
Ahora que ya sabes cómo curar tu tatuaje, vamos a hablar de lo que no se debe de hacer cuando tienes un tatuaje recién hecho.
Rascar la zona.. Como ocurre con cualquier otra herida, el tatuaje pasa por una fase en que la piel empieza a regenerarse y causa tirantez y picor. Rascarse es una tentación demasiado fuerte pero que debes evitar a toda costa. Las manos acumulan un montón de bacterias, especialmente en las uñas. Rascarte puede hacer que esas bacterias se introduzcan en la herida y se infecte y si lo haces de una forma brusca puedes hacerte daño y lastimar tu tatuaje.
Exfoliarte. La exfoliación ayuda a eliminar células muertas e impurezas de la piel. Aunque la facial es la más frecuente, también hay gente que aplica esta técnica sobre todo el cuerpo. Si acabas de tatuarte es mejor que lo evites hasta que la zona haya cicatrizado por completo. Tanto la esponja como el producto que se usa para la exfolación contiene micropartículas abrasivas que podrían arañar la zona y convertirse en una puerta abierta a la infección.
Depilarte. La cuchilla y la crema depilatoria deben evitarse durante el primer mes tras tatuarse. En el caso de la depilación con láser, la cera y la maquinilla eléctrica se recomienda esperar de 8 a 12 semanas.
La playa y la piscina. El salitre causará dolor sobre tu piel y el cloro de la piscina contiene agentes antibacterianos que irritan la piel, más sensibilizada de lo habitual por el tatuaje. Espera hasta que cicatrice bien para bañarte y evita también los spas, saunas y balnearios.
El sol. Las dos primeras semanas tras la sesión deberías evitar tomar el sol a toda costa. Después debes aplicar crema de protección solar incluso para ir de paseo, sobre todo en los meses de verano. Usa una protección de al menos un 30 FPS y aplícala entre 20 y 30 minutos antes de que vaya a darte el sol para dar tiempo a que la crema se absorba y proteja mejor tu piel.
El deporte. El sudor puede infectar la piel y el estiramiento de los músculos mientras entrenas también puede afectar a tu tatuaje. Aplaza el ejercicio al menos 15 días.
Usar ropa ajustada. Los tejidos colocados sobre un tatuaje impiden que este respire y dificulta el proceso de cicatrización. Usa prendas holgadas los primeros días.
Dormir sobre tu tatuaje. Según la zona y el tamaño de tu tatuaje puede resultar complicado no dormir sobre la zona pero conviene evitarlo al menos los cinco primeros días.
Eso sí, si notas muchas molestias en la zona, ves que la herida supura, tiene mal olor o sangra, consulta con tu médico porque podría haberse infectado y requerir algún tratamiento adicional.
Si sigues todas estas recomendaciones y precauciones puedes estar tranquil@. Ahora sí, tan sólo tienes una cosa más por hacer. Disfruta de tu tatuaje!